lunes, 21 de mayo de 2007

Erick Aguirre Aragón (1961 - )


Nació en Managua el 28 de agosto de 1961. Es poeta, narrador y periodista. Hizo estudios de Arte y Letras en Nicaragua y de Literatura Hispanoamericana en México.

Es Licenciado en Filología y Comunicación, por la UNAN-Managua y Máster en Literatura Hispanoamericana, por la UCA. Su volumen de crítica literaria Juez y Parte mereció mención de honor en el Certamen Nacional “Rubén Darío”, en 1994. Publicó también “La espuma sucia del río”, ensayo en el que analiza la transición política sandinista.

Con su novela, Un sol sobre Managua (Ed. Hispamer, 1998), incursiona en la narrativa, pasando directamente a la experiencia novelística, de la cual sin duda ha salido bien librado en su primer intento.

Aguirre, a lo largo de su trayectoria literaria, se ha caracterizado por ser un escritor crítico y talentoso. Entre su obra se cuentan dos novelas: “Un sol sobre Managua” y “Con Sangre de Hermanos”, dos poemarios: “Pasado Meridiano” y “Conversación con las Sombras”.

En su libro “Subversión de la Memoria”, el poeta reflexiona sobre las últimas tendencias en la narrativa centroamericana de post-guerra.

Sobre el trabajo crítico de Erick Aguirre, el poeta Francisco Valle ha dicho: “Su obra llena un gran vacío de información en el terreno de la literatura nacional, actualizando la apreciación del corpus poético de nuestros más antiguos escritores bajo nuevos enfoques de criterios y análisis, y que con sus opiniones orienta al lector para entregarle un panorama actual de nuestra literatura, valioso en datos, juicios, anécdotas, reflexiones y observaciones”.

En su poemario Pasado Meridiano como en su novela Un Sol sobre Managua, Erick Aguirre se revela como el periodista de talento que es, procesando la realidad mediante el relato vivencial de la historia personal elevando al rango de expresión generacional. Así la aparición en Un Sol sobre Managua de figuras tan emblemática como la de Raúl Orozco, el poeta de negro.

Revisando la historia reciente, se asemeja a Juan Sobalvarro. Pero iniciando su recorrido no desde la negación o el cuestionamiento del sandinismo, sino más bien desde la genealogía personal (Pasado Meridiano) se acerca a Alvaro Urtecho y Sergio Ramírez, y desde las consecuencias del liberalismo sobre una ciudad destruída por los catástrofes naturales y la guerra, nos ofrece una puesta en perspectiva de la realidad cotidiana similar a las reiteradas vidas de simbología mesíanico con identificación implícita con Sandino y el mismo autor en Ramírez.

Pero ahí donde la reconstrucción del proceso histórico se remite en Ramírez a la historia del siglo XX desde la primera mitad, Aguirre revela su identidad generacional con autores tales como Urtecho y Sobalvarro al plantearla a partir de la segunda, y más precisamente su compromiso periodístico más que novelístico o histórico en la elección del hito de los 70.

Como en Ramírez, Avellán o Sobalvarro - y de alguna manera, aunque no implicada políticamente, en Porfirio García Romano y David Ocón -, en Aguirre es la vida real, lo vivido, que sirve de base a la historia. Influenciado en ello por la teoría de su época - las "circunstancias" de Ortega y Gasset y posteriormente de los estructuralistas -, su obra se lee como el testimonio dialéctico del postsandisnismo, no en una perspectiva irónica y de oposición al compromiso político como lo son las de Sobalvarro y más todavía de los jóvenes grupos literarios managüenses (Tribal Literario, Literatosis), sino todo lo contrario, como la obra de su amigo Orozco, en cuanto historia del compromiso perdido de la política con y hacia el pueblo después de la revolución (lo que remite la recurrente simbología del recorrido del sol en los títulos de la obra de Aguirre, en particular con el muy emblemática Pasado Meridiano, evocación inequívoca de su baja).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonitas obras tienen este Escritor yo he tenido la oportunidad de leer su libro Un Sol Sobre Managua, felicitaciones