lunes, 16 de abril de 2007

Irma Prego (1933 - 2000)

Nació en Granada, Nicaragua, pero se trasladó a vivir a Costa Rica a los 23 años. Quizá la mayor realización de su vida fue la de tender un puente entre ambas naciones.

Le gustaba recordar a los costarricenses sus orígenes nicas, sus raíces culturales relacionados con la ciudad de León, sede episcopal de Costa Rica por 400 años y sede de la universidad donde se formaron sus patricios.

Le gustaba también hablar de las uniones conyugales de ambas nacionalidades, como lo fue su caso. Pero también hendía igualmente su bisturí en las debilidades de los dos pueblos, como lo muestra a través de sus cuentos.

Tenía una expresión satírica para la pedantería tica por lo que los llamaba los “costarrisibles”. Nunca disimuló su condición de nicaragüense en medio de la autocomplacencia tica, más bien la afirmaba y lo hacía presente en toda ocasión.

En su cuento “El Clerizonte”, Irma Prego ejemplifica y hace referencia clara a la xenofobia y desprecio hacia los nicas por parte de algunos ciudadanos del vecino país:
“...No me invités nicas..., “ le dice el Clerizonte a la nicaragüense Irene, con ocasión de la fiesta financiada por ella en su casa, pero aprovechada sólo por él. “... son trogloditas sin evolución...”

Contestándole al Clerizonte, sale Irene a su defensa y con mucho orgullo de su tierra Nicaragüense afirmándole lo siguiente:
“No sospechás siquiera, por inculto, todo lo que es Nicaragua y sus riquezas en sus comidas, en sus gentes del pueblo y sus escritores, pintores y artesanos. Los nicaragüenses somos capaces de amor. Ustedes no”

En ese mismo cuento, y con ocasión de otra fiesta para su cumpleaños y en indiscutible alusión a la escritora, le dice el Clerizonte a Irene:
“-A doña Tina no la invito, no por nica, sino porque es muy espontánea y va y le espeta al candidato cualquier “sinceridà”, porque sé (que) ella dice que mi primo el candidato es derecha extrema, casi fascista, y si la invitamos nos echa a perder el pasodoble. –No creo, dijo Irene, que doña Tina sea impertinente. No la querés invitar porque es nica”.

El tema más importante entre los escritos de Prego es el de la condición de la mujer. Prácticamente es universal y emblemático en ella. Irma está presente en la narrativa femenina latinoamericana, es la voz femenina nicaragüense.

En sus escritos sus mujeres nunca han sido heroínas. Siempre son mujeres que han representado lo que la mujer debe ser según las normas de las sociedades patriarcales de tradición católica: la sacrificada, la sufrida y la sumisa. Razgo que caracteriza a la mujer latinoamericana ante el tradicional papel estereotipado del hombre machista, viril, agresivo, arrogante, y explotador sexual de la mujer.

Es una mujer relegada a una posición inferior dentro de esa misma sociedad patriarcal, en especial, cuando la mujer es casada, es una persona limitada a los confines del hogar que se convierte en lo que llamaría “ángel del hogar”, ocupándose de los quehaceres domésticos, capaz de sacrificar todo por su marido e hijos.

La mujer es doblegada, explotada, y despreciada por el hombre latinoamericano en la mayoría de los casos. Estas mujeres, por lo tanto, tienen como única salida la huída, y la resignación. Están marginadas. Viven su tiempo en el tiempo de los otros. Son “ángeles del hogar”, dignas madres de sus hijos”, “amante-esposa”, o la “perfecta casada”, pero de gran superioridad moral y espiritual con relación al hombre, porque ella es el pilar dentro de todo hogar.

Este papel tradicional de la mujer ha ido cambiando poco a poco en nuestra sociedad actual. En los años 40, cuando era algo extrañísimo ver a una mujer en pantalones, la escritora lucía ropa de hombre. Fue también miembro del Centro Nicaragüense de Escritores. Falleció el 11 de octubre de 2000 de un ataque al corazón.e una gran escritora, narradora, cuentista que vivió y escribió como una verdadera nicaragüense.

Prego siempre fue una mujer de vanguardia, desde muy joven se acercó a la literatura como musa de la generación del 40 compuesta por Carlos Martínez Rivas, Ernesto Cardenal y Ernesto Mejía Sánchez.

Prego se adelantó a su época con sus aptitudes. Siempre fue diferente a las jóvenes de su época, frecuentaba círculos de poetas, fue de esa manera que se perfiló en la literatura nicaragüense.

Fue de las primeras escritoras de género narrativo que estimulaba la conciencia de género, con una visión crítica y estilística moderna que ha contribuido al desarrollo de la literatura nicaragüense en general y a la narrativa en particular hasta alcanzar niveles de excelencia.

Residió desde 1956 en Costa Rica, viaja a Estados Unidos y Europa. En 1978 se dio a conocer como narradora en los Juegos Florales Centroamericanos de Guatemala.

El poeta Julio Valle Castillo dijo que era una de las “little woman” a quien Carlos Martínez Rivas describió: era una muchacha bella, inteligente y graciosa। Así se apareció a la notable generación del 40, departiendo con Ernesto Cardenal, CMR y Ernesto Mejía Sánchez.

A fines de los años 30 y en los 40, cuando era algo extrañísimo ver a una mujer en pantalones, la escritora lucía ropa de hombre. Era capaz de ser amiga, novia y musa de los Ernestos, los tres de la literatura nacional. Musa de los años dorados del ascenso de la literatura nicaragüense, casada después con el destacado periodista tico Julio Suñol, una gran amiga y admiradora de Pedro Joaquín Chamorro, una mujer que viajaba desde Costa Rica a San Juan del Sur para llevarles noticias a PJCH.

También fue una estimada amiga de José Coronel Urtecho y su casa era un lugar donde recalaban todos los poetas y escritores nacionales। Quiso a Luis Rocha y a Francisco de Asís, y el mismo Julio desde muy temprano le mostraba su amistad.

En los años 70 y 80 impulsa su labor en la narrativa, nos dice y confirma su última publicación "Agonice con elegancia":
Fue "celebrada por la crítica e incluida en diversas antologías de la narrativa femenina. Este conjunto de 10 cuentos, se coloca en el centro de la mejor literatura de género denunciando el sadismo masculino en la pareja y todos sus afeites, trampas y enmascaramientos, la sensiblería y cursilería vueltas al revés".

A pesar de vivir tanto tiempo en el vecino país, Irma nunca perdió su orientación hacia Nicaragua. Nunca olvidó de dónde era y aquí, el CNE le publicó sus obras.

Los entendidos manifiestan que la autora proponía en sus obras lo más novedoso en cuanto a la manera de contar sus historias e hilvanaba sus escritos de acuerdo a los mejores modelos de la literatura hispanoamericana.

Bibliografía
Mensajes del más allá (1989)
Agonice con Elegancia, 1994.
Piensa en mi (Obra de 16 cuentos inéditos)