martes, 20 de marzo de 2007

Joaquín Pasos (1914 - 1947)


Nació en Granada el 14 de mayo de 1914, se formó en el Colegio Centroamérica hasta bachillerarse. Anteriormente había estudiado parte de la primaria en el centro escolar de una apreciable y recordada profesora de la ciudad, a la que dedicaría —años más tarde— su poema ocasional La era de la Carmela Noguera. Por consiguiente, la presencia granadina —con el muelle de su puerto lacustre y el kiosko de su Parque Colón, las niñas estudiando piano a las diez de la mañana y los cocoteros, a medianoche, temblando bajo la luna— se halla presente en sus inicios poéticos.

Un poeta precoz, que escribía poesía con facilidad desde niño, y que llegó a resumir, según el criterio de Manolo Cuadra, las dos tendencias fundamentales en que se debatía en el mundo la poesía de vanguardia: la claridad y el hermetismo —las dos hemisferios que constituían, a la vez., su propia naturaleza— un doble don que conservó hasta su muy temprana muerte. Fue también un estupendo humorista, y sus ataques a la dictadura de Somoza en La Semana Cómica y Los Lunes de la Nueva Prensa lo llevaron no pocas veces a la cárcel.

1932 fue el año de su floración vanguardista, rica en vivencias literarias. Algunos lo toman muy en serio, como Pedro J. Cuadra Ch., director de El Diario Nicaragüense, quien le dedica unas glosas de sus artículos combativos en un pequeño libro: Puntos de literatura.

De 1933 a 1934, mientras colabora en Suplemento, La Reacción y La Voz de Oriente, estudia Derecho en su ciudad natal.

En 1935 se trasladó a Managua para proseguir su carrera. Labora y colabora en varias revistas: Opera bufa 1938, Centro, Los Lunes de la Nueva Prensa (donde tiene a su cargo las sesiones fijas “Laboratorio” y “Manicomio”).

Termina su quinto curso de Derecho en la Universidad Central, pero no se preocupa por obtener el título. Viaja por avión a San José de Costa Rica en busca del libro Todo puede suceder de George y Helen Papashvily. Su familia le arregla sus cosas personales en casa de una novia, con la que nunca contrae matrimonio; en cambio, tiene un hijo con otra.

Había dejado corregidas las pruebas de una selección poética Breve suma (Managua, Editorial Nuevos Horizontes). Y un traductor de poesía francesa y japonesa, china y africana; un cuentista (su cuento El ángel pobre debe figurar en todas las antologías centroamericanas), un ensayista, un humorista y un poeta excelente había desaparecido.

En 1943, a la edad de 29 años, fueron escogidas las muestras de su inagotable madurez poética para representar al Movimiento Nicaragüense de Vanguardia y Post-vanguardia, del que había sido su más alegre miembro y benjamín. Pero su poesía no era poesía de juventud sino juventud hecha poesía, dotada como nadie para la invención admirable y el fino humor.

Su grandeza está en el poder que tiene de convertir el lenguaje poético en un lenguaje común, o viceversa, dentro de una transparencia que se vuelve mágica; o como escribe Ernesto Cardenal, purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo/ en el que un día se escribirán los tratados de comercio/ la Constitución, las cartas de amor, y los decretos...Su poema Canto de guerra de las cosas, escrito en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, es uno de los grandes momentos de nuestra literatura.

Sus poesías sólo fueron recogidos muy parcialmente después de su muerte en Breve Suma (1947), un cuaderno publicado por la Editorial Nuevos Horizontes en Managua; pero la primer antología importante de su obra, seleccionada por Ernesto Cardenal, apareció en México en 1962 bajo el título Poemas de un joven.

Los poemas fueron agrupados de acuerdo al plan que Joaquín había diseñado para su obra inédita: Poemas de un joven que no ha viajado nunca (que incluía sus poemas sobre países que nunca visitó, pues prácticamente no salió de Nicaragua); Poemas de un joven que no ha amado nunca (que incluía sus poesías de amor); Poemas de un joven que no sabe inglés (que incluía sus poemas en esa lengua, que aprendió sin maestro desde niño); y además, Misterio indio, sus poemas de temática indígena.

Dentro de su evolución creadora, se distinguen dos fases: la adolescente, que abarca de 1928 a 1935, gestada entre los catorce y veintiún años de edad; y la juvenil propiamente dicha, a partir del último año. A la primera fase pertenecen canciones inspiradas en modelos alemanes e ingleses, y especialmente españoles.

La dipsomanía le hostiga, prepara su agonía; y el 20 de enero de 1947, cuatro meses antes de cumplir los 33 años, se le acaba la vida.

3 comentarios:

Raoul Shade dijo...

Después de Darío, Joaquín Pasos, Alfonso Cortés, Salomón de la Selva, Ernesto Mejía Sánchez, Beltrán Morales y Carlos Martínez Rivas. El orden de esta lista es relativo al gusto de cada quien. Pero esos son los grandes poetas de Nicaragua. www.raoulshade.org

victor mangas dijo...

es increible tener tan cerca y tan lejos atamno poeta universal

Anónimo dijo...

Podrías colocar Cook "voyages". te lo agradeceré.