martes, 20 de marzo de 2007

Alfonso Cortés (1893 – 1969)

Nació en León en 1893. Es víctima de la locura desde la edad de 30 años. Pasó parte de su infancia en su ciudad natal y una buena parte de su vida en reclusorios mentales tanto en Nicaragua como en Costa Rica. Su poesía nace, precisamente, de las ideas de su subconsciente, tiene mucha relación con preguntas sobre la existencia, la muerte, el espacio... Escribió un sinnúmero de poemas, sin embargo, los considerados mejores fueron elaborados en la época de su juventud.

En el cuarto de la casa donde lo encadenaban debido a sus crisis de furia, había una ventana de viejos barrotes coloniales. Ahí se cuenta que escribió su famoso poema La canción de los astros y un detalle y un detalle, a la cual José Coronel Urtecho llamó luego Ventana argumentando: "¿"Un detalle"? ¿Por qué un detalle y no una ventana? Una prisión oscura de muros altos y una ventana. Me he preguntado, constantemente me pregunto: ¿Será esta la más bella poesía de la lengua española? ¿La más bella poesía de todas las lenguas? La recito para mí solo cada vez que quiero evadirme, salir, sentirme superior a mí mismo. Yo no sé qué es lo que hace que una poesía sea superior a las otras, pero ¿Rubén hizo nada más alto, nada más veloz, nada más escapado? Nada".

Por su parte, ya en el manicomio donde pasó después gran parte del resto de su vida, Alfonso dijo --explica Ernesto Cardenal-- "que el poema se refiere a los ojos azules de una mujer cuyo nombre --Angélica— está escrito en él".

"La canción del espacio" fue el primer poema fruto de su locura, el primer poema alfonsino. Consideraba a Rubén Darío su "rival: "Yo soy menor que Darío Sarmiento --Rubén Darío-- pero más profundo; soy un poeta menor como Quevedo", aseguraba.
Joaquín Pasos, dijo de este genio: "Alfonso Cortés tiene el alma de madera.

Es duro y sin pulir, como un verdadero primitivo, y trabaja quizás por instinto. Sin embargo, nació con la armonía en una mano. Educado bajo la tutela de Darío, Verlaine y demás simbolistas, camina con ellos, pero se les adelanta pegando gritos y llega hasta nosotros, solo. El nos siente, como nosotros lo sentimos a él.

El es nuestro precursor. Porque es fuertemente poeta. Tiene fuerza de poesía, esa solidez de piedra roca, esa musculatura espiritual que golpea y aturde. Alfonso Cortés es un gigante capaz de matar a cualquiera de un grito.
Y es triste a veces, muy triste, porque el pájaro de su alma no puede volar en horizontes tan pequeños.

Y además, arrastra una tragedia, la gran tragedia de su vida. Conociendo a Alfonso Cortés, su dolor y su fuerza, es cuando me indignan estos burgueses estúpidos. ¡Imbéciles!"

Thomas Merton, el gran poeta y monje norteamericano, y traductor al inglés de la poesía de Cortés afirma:
"Cortés ha escrito una de las poesías más profundamente "metafísicas" que existe. Obseso por la naturaleza de la realidad, este poeta intuye lo inexpresable."

La mayor parte de sus poemas fueron recogidos por Ernesto Cardenal en un libro que llamó 30 poemas de Alfonso, publicado en Managua en 1952. Alfonso Cortés murió en 1969, a los 76 años. Su cuerpo reposa en la Catedral de León.

UN DETALLE
Un trozo de azul tiene
mayor intensidad que todo el cielo;
yo siento que allí vive, a flor
del éxtasis feliz, mi anhelo.

Un viento de espíritus pasa
muy lejos, desde mi ventana,
dando un aire en que despedaza
su carne una angélica diana.

Y en la alegría de los gestos,
ebrios de azur, que se derraman...
siento bullir locos pretextos,
que, estando aquí, ¡de allá me llaman!

LA GRAN PLEGARIA
El tiempo es hambre y el espacio es frío
orad, orad, que sólo la plegaria
puede saciar las ansias del vacío.

El sueño es una roca solitaria
en donde el águila del alma anida:
soñad, soñad, entre la vida diaria.

IRREVOCABLEMENTE
Por donde quiera que escrudriña la mirada,
sólo encuentra los pálidos pantanos de la Nada;
flores marchitas, aves sin rumbo, nubes muertas...
Ya no abrió nunca el cielo ni
¡la tierra sus puertas!
Días de lasitud, desesperanza y tedio;
no hay más para la vida que el fúnebre remedio
de la muerte, no hay más, no hay más, no hay más
que caer como un punto negro y vago
en la onda lívida del lago,
para siempre jamás...

LA CANCIÓN DEL ESPACIO
La distancia que hay de aquí a
una estrella que nunca ha existido
porque Dios no ha alcanzado a
pelllizcar tan lejos la piel de la
noche! Y pensar que todavía creamos
que es más grande o más
útil la paz mundial que la paz
de un solo salvaje...

Este afán de relatividad de
nuestra vida contemporánea --es--
lo que da al espacio una importancia
que sólo está en nosotros, --
y quién sabe hasta cuándo aprenderemos
a vivir como los astros--
libres en medio de lo que es sin fin
y sin que nadie nos alimente.

La tierra no conoce los caminos
por donde a diario anda --y
más bien esos caminos son la
conciencia de la tierra... --Pero si
no es así, permítaseme hacer una
pregunta: --Tiempo, dónde estamos
tú y yo, yo que vivo en ti y tú que no existes?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si pudiese biajar sobre el tiempo,
agradeseria a Cortes por estos trosos de cielo que nos dejo pintado con palabras, mas elebere mis plegaria y quisas el pueda oirme <> me siento orgulloso de ser Nicaraguense

Unknown dijo...

La verdad q no le hayo significado a ese poema la canción del espacio lo EH leído como 5 veces ni nada alguien q me explique???